Camino de golondrinas
La poesía es una forma de vida. Un camino que se abre cuando no parece que jamás volviera. Una golondrina. Un ligero pestañeo que te acaricia las entrañas y te remueve el dolor y las tripas.
A los márgenes del tiempo
Perdona que te escriba tan tarde. Ya sabes que él llega pronto. Que se enfada cuando te escribo de forma que no puede borrarnos… Que no entiende este espacio donde tú y yo somos eternos.
Mi paisaje
He visto cambiar las bases que rigen el mundo, una y otra vez, y he terminado integrando lo efímero como única base.
El sol tras la lluvia
Me abruman los días donde el sol no puede verse ni sentirse. Las horas donde no caben las palabras, ni las miradas; ni la Verdad.
A ti, mujer
A ti, mujer, que te hablan como si la última palabra de tu boca tuviese que ser necesariamente: adiós. Como si los huecos de tu pecho tu belleza los llenase, y...
Enferma
Como todo enfermo, recaigo. Vuelvo a decirle a mi mente y a enseñarle a mi cuerpo un camino que me lleva al desgaste, a la enfermedad, y aunque yo no lo quiera, y ni si quiera sea consciente, a la muerte.
El peso
El peso que ayer cargué sobre mis hombros, hoy todavía me golpea, hacia abajo, como si unas manos fuertes me empujasen, hacia abajo, como si tratase de salir pero el mar sobre mis hombros presionase con fuerza, hacia abajo, y su peso me encogiese
Carta de amor
Perdón porque parece que quisiera correr delante del tiempo y que no me alcanzase, como si la vida estuviese en ese pequeño instante en el que le saco algo de ventaja y al menos respiro.
El tiempo de proteger
A veces elijo callar. Callar como si hablar fuese más propio de los ojos que de las bocas. Callar como si las palabras fuesen aprendices torpes de los sentimientos
Conciencia de uno mismo
Si uno toma conciencia de sí mismo y entiende su cuerpo como vía de comunicación con el mundo, puede ver como repite a través de sus actos su forma de moverse por dentro