Cabe el cielo en nuestras manos
En la orilla de un tiempo que parece infinito Cabe el cielo en nuestras manos.
Volveremos
Volveremos con el pulso del tiempo que regresa. Volveremos como la lluvia a la tierra en su eterno retorno.
Cuántas cosas se entierran
Cuántas cosas se encierran Cuántas cosas se olvidan
Que nadie venga a salvarnos
La tierra mojará este calor de guerra que abrasa las vidas y se ancla en el suelo que pisamos. Secará el dolor y reverdecerá por las mismas grietas que hoy nos enseñan lo efímero y lo vulnerable.
Lo efímero
Risas que armonizaban con el canto de los pájaros, el crujir de las sillas y el rugir de los corazones. Y yo, que a veces quisiera ser también pájaro, me encontré con lo efímero.