Despojarse

Hay un águila que cuando llega a los 40 años, tiene un plumaje tan denso y curtido que su peso le impide volar. Se mueve más lenta y envejece más rápido.

El águila entonces tiene una valiente decisión que tomar:

Mantiene su plumaje y se deja morir, viviendo unos pocos años más…
o se lanza al duro reto de renovarse, y sube una montaña alta y solitaria, para arrancar con su pijo, una a una, cada pluma que cubre y opaca su cuerpo.

Al despojarse, completamente vulnerable y frágil, necesita tiempo para reponerse.

Pero cuando llega el momento y al fin sus nuevas plumas comienzan a cubrirla, está lista para vivir 100 años más; ligera, fuerte y libre.

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enero 13, 2025

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